Labajjo Grandío (Lugo, 1939-2019)

Curvas, Labajjo Grandío (Lugo, 1939-2019) amaba las líneas curvas. Los círculos. Las líneas en pendientes y en ascenso ya fueran secundarias o principales. Las vueltas y revueltas de la pintura y de la existencia. Él era como su Galicia, la tierra a la que amaba y con la que finalmente se fundió en soledad. Lleno de un sosiego pacificador, bajo un interior volcánico en deseos y actitudes de manifiesta rebeldía, el lucense Alfredo Labbajo representaba un todo de subidas y bajadas, de cielos despejados, de brumas, de ancestrales silencios por las húmedas umbrías de las corredoiras y el balsámico aroma de los eucaliptos, cuestas y arroyos claros, donde el verdín marca sus piedras inamovibles de misterios que los bosques gallegos ocultan y por donde andan impresas las huellas de los peregrinos, o las sombras oscuras, las estrellas luminosas o las murallas antiguas que resguardan muy bien intimidades.