
Texto: Carmela González-Alorda
Encontrarse ante la Alhambra de Sorolla, mientras nos sonríe una de las mujeres de Zuloaga. Suspirar con las escenas de Romero de Torres, tocar la nieve de Quintanilla, comer de los frutales de María Moreno o pasear por las calles de Antonio López. Todo es posible en un antiguo hospital del siglo XVI, anclado entre el pasado de una ciudad inmemorial como Almería y la revitalización que trae el nuevo Museo del Realismo Español Contemporáneo a la escena de nuestro panorama artístico.
Inaugurada en marzo del pasado año, esta reciente institución museística, gestionada por la Diputación Provincial de Almería y la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, surge desde la amistad entre los artistas Antonio López García (Tomelloso, 1936) y Andrés García Ibáñez (Olula del Río, 1971), que llevan años queriendo materializar un museo dedicado al arte figurativo de nuestro país.
El espacio elegido está ubicado en pleno centro de la ciudad, entre el paseo marítimo y la catedral, en el antiguo Hospital Real de Santa María Magdalena, declarado Bien de Interés Cultural y único edificio civil del siglo XVI que se conserva en la ciudad. En 1556 el obispo fray Diego Fernández de Villalán decide reconstruir el anterior hospital, fundado por los Reyes Católicos, que quedó terriblemente dañado tras un terremoto. Será entonces cuando se construya este bello edificio renacentista.
En 2017, la Diputación Provincial, titular del inmueble, inició una profunda rehabilitación y transformación para albergar el Museo del Realismo Español Contemporáneo. Esta intervención se centró en la consolidación de su estructura y en la revalorización arquitectónica y artística, entre las que destacan su fachada norte, el artesonado mudéjar o la escalera con balaustrada esculpida en piedra por Juan de Orea… Leer + Revistart 227