
Por Carmela González-Alorda
Salimos de viaje hacia el país vecino, donde un mar separa y el arte une dos culturas destinadas a inspirarse. Un recorrido por la historia de Marruecos, una ruta a través de sus museos.
Viajamos hasta Tánger, capital cultural por antonomasia gracias a su ubicación fronteriza que la llevó a convertirse en Zona Internacional, conocida más comúnmente como el Protectorado durante el siglo XX. Entre las instituciones culturales que pueblan sus callejuelas, visitamos el Museo de las Culturas Mediterráneas del barrio de la Kasbah, la zona más alta de la medina, en la antigua alcazaba.
Situado en el palacio de Dar el Makhzen, la antigua Casa de Gobernación fue construida en el siglo XVIII durante el reinado del sultán Moulay Ismail, célebre por expulsar a los ingleses del dominio de la ciudad. Se trata de un edificio de fachada blanca y almenada, con dos patios con fuentes, y un jardín andalusí. Fue ampliado en los siglos XVIII y XIX añadiendo unos ornamentados techos y bellas cúpulas de madera labradas.
Además de poder descubrir este bello edificio, el visitante podrá encontrar hermosas piezas de artesanía, como la caja de hierro forjado de la Sala de la Tesorería, y tantas otras pertenecientes a las colecciones arqueológicas y etnográficas del museo, que permiten reconstruir la historia de la ciudad y sus interacciones con el mundo mediterráneo… Leer + Revistart 217