Naturaleza salvaje y en peligro
La personalidad de la pintora, nacida en Gällivare (Laponia-Suecia), se transfigura en unos cuadros informalistas donde la protagonista es la materia y el canal de comunicación, el gesto. Su abstracción se alimenta de colores profundos, de sensaciones minerales y terrosas o marinas. Sus obras materializan una naturaleza salvaje y en peligro donde predominan las formas que van posando y sedimentando elementos orgánicos para edificarse en un todo coherente pero muy expresivo. La sutilísima y tímida presencia de la perspectiva en sus cuadros, combinada con su total ausencia en otras composiciones, provoca una inmersión cromática fruto de una técnica espontánea. Su pintura se sitúa muy por encima de los intentos informalistas que observamos en el arte contemporáneo hoy, porque su personalidad desborda los lienzos y las emociones que en ellos vuelca quedan eternizadas por un marco temporal universal entre el sueño y la realidad. – Por Joana Abril