
Texto Carlota de Carvajal
Desde 1988, Ana Hernando ha desarrollado una trayectoria artística sólida, guiada por la pasión, la intuición y la creatividad. Más de tres décadas después de su primera exposición, continúa creando con la misma ilusión. Para ella, el arte es una forma de vivir, de observar el mundo y compartir emociones desde un lenguaje visual propio, reconocible y en constante evolución.
Su obra escultórica es el eje central de su trabajo. En el volumen encuentra una manera de dialogar con la luz, el espacio y el tiempo. Cada escultura invita a ser rodeada, sentida y recorrida, transformándose según la mirada o el tacto. El movimiento y la síntesis anatómica son rasgos característicos de sus formas, ya sea a través del bronce, madera o piedra. La pintura le permite complementar esa búsqueda desde el color. En sus cuadros, el ritmo de las líneas y las combinaciones intensas de tonos transmiten emociones difíciles de nombrar. Escultura y pintura dialogan, se entrelazan y revelan una visión del cuerpo y del mundo, vibrante y profundamente personal.
El dibujo es el origen de todo en su proceso creativo. A través de lápiz, grafito, acuarela o pastel, Hernando crea espacios de reflexión donde el gesto se convierte en pensamiento. El dibujo le ofrece concentración, pausa y libertad para explorar nuevas formas de expresión…