
Cuando se habla de la impronta y lazos que unen España y Latinoamérica, a menudo se piensa en una trayectoria unidireccional, en un viaje de ida que terminó en el Nuevo Mundo, dejando al otro lado un vasto legado colonial y el justo encono por la memoria del expolio.
Poco se menciona que Latinoamérica también llegó a España, y lo hizo a través del arte. Entre los siglos XVI y XVIII hubo más piezas de arte americano en la Península que de otros territorios bajo dominio español, como Italia o Flandes. A partir de 1600 hubo un rico intercambio cultural, y muchas obras de indígenas o mestizos que reafirmaban el dominio de sus tierras cruzaron el Atlántico en las naves que partían de Veracruz o Cartagena.
Ha hecho falta más de 500 años para descubrir esa otra parte de Latinoamérica de la mano del Museo del Prado, con su exposición ‘Tornaviaje: arte iberoamericano en España’ (del 5 de octubre de 2021 al 13 de febrero de 2022). La palabra Tornaviaje quiere decir regreso, pero también aquello que traemos con nosotros, que pervive en la memoria y permea en la cultura de las sociedades. Con esa premisa, la muestra recorre más de doscientos años de historia por el legado artístico del continente latinoamericano, obras que llegaron a nuestro país y, por extensión, al resto de Europa.
La palabra Tornaviaje quiere decir regreso, pero también aquello que traemos con nosotros, que pervive en la memoria y permea en la cultura de las sociedades. Con esa premisa, la muestra recorre más de doscientos años de historia por el legado artístico del continente latinoamericano, obras que llegaron a nuestro país y, por extensión, al resto de Europa.
Un biombo de diez puertas desde el que asoma la conquista de México con todo detalle en doce escenas, a un lado, y un paisaje la Ciudad de México a vista de pájaro, al otro. Retratos de criollos establecidos en el virreinato que reflejan un rico mestizaje iconográfico: plata y escudos familiares, vestidos… Por Inma Benedito
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