
Por Juan Mari Montes
Durante todo el año estará de gira el asturiano Víctor Manuel, uno de esos nombres absolutamente esenciales de nuestra canción de autor, perteneciente a una generación única y genial en la que tal vez cabría apuntar los nombres de Serrat, Sabina o el desaparecido Aute y paremos de contar.
Cantautores únicos, artistas en vías de extinción, con carreras amortizadas y que ahora por méritos propios recogen el afecto de la gente que agota las entradas, agradeciendo la compañía que nos hicieron tantas hermosas canciones que fueron regalándonos a lo largo de más de medio siglo.
De todos ellos, Víctor, al que tuvimos la oportunidad de ver en directo el pasado 18 de febrero en el CAEM de Salamanca, es seguro el que conserva más energía, con una voz prácticamente intacta a las erosiones del tiempo, la capacidad para seguir entregando todavía canciones inéditas que le pelean un hueco a las más antiguas en su repertorio de directo y también el que más dispuesto parece a seguir en la brecha sin dormirse en los laureles.
Así lo está demostrando durante estos meses en los dispares escenarios de toda la geografía española, al frente de una banda de músicos jóvenes, virtuosos e imaginativos liderados por su propio hijo, David, para devolvernos joyas que casi todos conocemos envueltas en novedosos arreglos que por momentos flirtean con el rock ‘Cuélebre’, el pop sofisticado de aires jazzísticos ‘Solo pienso en ti’, el folk festivo ‘La danza de San Juan’, el reggae ‘Luna’, o la balada intimista ‘Canción pequeña’… Leer + Revistart 215