Por Julia Gomar
La poética del color y las emociones atesoradas durante las temporadas de confinamiento abren, como los pétalos de una flor en primavera, la creatividad de la artista bajo una nueva mirada intimista.
Una etapa en la que Permanyer sondea, explora y exterioriza su pintura más personal, dejándonos mirar en ella a través de su obra en acuarela. Así lo fideliza la exposición temporal ‘Paisatges interiors’, para la que este verano ha presentado, además, originales libros de artista en una muestra organizada en el Auditorio Municipal de la localidad de Montcada i Reixac.
Un trazo amplio y generoso, fértil en tonalidades, ligero en movimiento y con un rastro delicado, construye estos paisajes, que se enfatizan en el efecto acuoso de la luz que emanan sobre el blanco papel. En ellos se intuye la línea del horizonte, que es el elemento que irrumpe certero en la marea abstracta para separar el cielo de la tierra, las nubes del mar. Delineados como notas de una suave partitura, se nutren de los ritmos naturales, como salpicaduras de un universo que es real pero íntimo al mismo tiempo. Allí todo puede ser. Sumergida en sus pensamientos, la artista se afana en repartirlos en gestos rápidos pero saboreados, para no restar espontaneidad y sinceridad a la expresión de sus sentimientos, que comparte entre azules de manto invernal y trajes de fuego atardecido.
Asimismo, se esmera en armonizar motivo, material y soporte en el diseño de los libros de artista que reúnen sus acuarelas. En ellos, el color y la pincelada dialogan con la superficie del papel, adheridos entre sus bellos pliegues dando lugar a piezas que combinan el efecto pictórico con las formas recreadas por sus páginas, y que hacen de la obra un conjunto unitario de gran belleza… Leer + Revistart 211