
Por Juan Mari Montes
Dividido en cuatro capítulos, se estrenó hace unos días en Movistar ‘Raphaelismo’, un documental que se presenta como el definitivo sobre el único cantante español que a estas alturas puede presumir de llenar cualquier recinto al que acuda celebrando nada menos que el sesenta aniversario de su carrera.
Es precisamente el lance un tanto arriesgado de considerar ‘definitivo’ un trabajo sobre un artista con la capacidad imponente de Raphael para impulsar cada temporada las ideas más sorprendentes y los retos más complicados en varios frentes (principalmente musical, pero también cinematográfico, televisivo o teatral, el adjetivo que más pudiera salir comprometido del envite).
En cualquier caso, aquí disponen de la más completa y esmerada biografía audiovisual del artista. Un trabajo quizás más dirigido a los fans o a los curiosos por observar la peculiar evolución de la música pop española, analizando la ruta de uno de sus pioneros, que a todo el público en general. Los realizadores Charlie Arnaiz y Alberto Ortega (nominados en 2020 al mejor documental en los Goya con ‘Anatomía de un Dandy’ sobre la figura de Francisco Umbral) repasan las luces y las sombras de una vida dedicada en cuerpo y alma a desarrollar los imperiosos designios de una temprana vocación a los escenarios, alentada por una personalidad poseída por el exceso, la autoestima, la tenacidad y la puesta en escena de una voz poderosa, única y singular. Con sus detractores, desde luego, como todo lo que tiende a la desmesura, pero también con una legión de fans en los más increíbles rincones del mundo dispuestos a devorar con fruición todo lo que el artista les ponga sobre el plato (no se pierdan si quieren comprobarlo el también reciente documental ‘Raphael, desde Rusia con amor’)… Leer + Revistart 209