La llama de la figuración
En un momento convulso y donde la posmodernidad se abría paso en los últimos estertores del pasado siglo XX, Margenat supo mantener viva la llama de la figuración y conservar la esencia de las vanguardias y expresionismos de un tiempo lleno de creatividad. La reinterpretación que hace de lo aprendido por la cultura artística occidental se infiltra en unos óleos llenos de vida, cuyos tintes naifs denotan la enorme sensibilidad con que aborda la estética de lo que observa. A la centuria presente llega con una trayectoria plena, un dominio de la pintura seguro y armonioso, y una tenacidad envidiable en el tratamiento de los géneros que cultiva, de los que pocos se escapan de sus pinceles.
La pintora nació en el municipio barcelonés de Sant Quirze del Vallés y actualmente reside y tiene su estudio en Terrassa. Su vocación temprana la canaliza gracias a sus estudios en la Escola Massana de Barcelona, donde aprende las técnicas que le llevarán a perfeccionar un estilo que pasea por Europa, llegando a obtener el Segundo Premio Internacional Palme d’Or en Montecarlo. Como integrante activa de entidades artísticas, a lo largo de los años ha sido nombrada miembro del Reial Cercle Artístic de Barcelona, socia del International Ars Grand Palais de la Scala, Montecarlo, miembro honorífico de la Agrupación de Acuarelistas de México y socia de Amics de les Arts de Terrassa. Asimismo, ha participado en numerosas exposiciones a lo largo de la geografía española y europea, siendo inmortalizada en otros tantos artículos de publicaciones especializadas…
– Por Julia Gomar