Le rinden homenaje en el Museo Histórico de Santaella
De la cabeza a los pies, como un reguero de energía que se expande con fuerza, se asientan las figuras escultóricas del artista, un desarrollo a la inversa con el que concibe sus obras. A diferencia de Botero, con quien sin mucho acierto podríamos comparar su trabajo, los cuerpos que alumbra Paco Luque crecen hacia los pies. Pies como peanas enérgicas que sostienen la inspiración de todas las formas, las cuales, desde las diminutas cabezas, se desenvuelven arrolladoramente en un despliegue expresivo de sugestiones broncíneas y corporeidad tórrida.
Nacido en Santaella, con el tiempo y junto a una dilatada trayectoria de exposiciones y reconocimientos, la localidad cordobesa acabó por perfilar un talante rebosante de volumen y curva, deudor de un paisaje de campos fértiles, ondulados terrenos y veranos calientes. En ella le rinden homenaje en exposiciones recientes como la organizada por el Museo Histórico de Santaella en la Casa de las Columnas, pero también viaja: próximamente veremos su obra en la Galería Bisel de Cartagena, Murcia… Por Clara Nadal
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