
LABoral, Centro de Arte y Creación Industrial (Gijón), nos ayuda a conectar 500 años de historia a través de ‘Mecániques Discursives’, de Fred Penelle y Yannick Jacquet. Una exposición que cuestiona hacia dónde nos lleva el progreso, sirviéndose del grabado y la digitalización.
Quimeras sombrías, dragones feroces, gigantes terribles y gárgolas espantosas. Son algunos de los monstruos más populares del Medievo. Cinco siglos después, y en plena era digital, las redes están llenas de peligros, acechadas por otros personajes malignos. Algunos ejemplos son el yihadista de datos, el algoritmo de rastreo, el ‘troll’ conspirador o el ‘hacker’ ruso. Los lobos malos de hoy en día vagan por las zonas oscuras de la red, alimentando todo tipo de fantasías.
Este es el punto de partida del proyecto ‘Mecániques Discursives’, que se puede visitar hasta el próximo 23 de enero de 2022 en LABoral, Centro de Arte y Creación Industrial. Durante 10 años, ambos artistas han creado una puesta en escena teatral y fantasmagórica que obliga a reflexionar sobre la noción que tenemos del progreso. Sobre la influencia, todopoderosa, de Internet y, de rebote, de las redes sociales.
Crítica mordaz e ingeniosa
‘Mecániques Discursives’ se ha expuesto casi 80 veces por todo el mundo. En el marco del L.E.V. Festival, que ha cumplido 15 años en Gijón, este experimento creativo ha debutado en nuestro país, con el apoyo de la Fundación EDP. Desde mediados de verano ocupa toda la ‘Sala de Proyectos de LABoral’, cuya capacidad es de 700 metros cuadrados y 12 metros de altura. En el espacio gijonés se puede observar y reinterpretar el proyecto “más grande” desarrollado por Penelle y Jacquet. Éste último nos explica la percepción que suele tener el espectador: “En un principio, te quedas con una visión panorámica de la instalación. Después, a medida que te acercas, puedes descubrir las cosas más pequeñas y los detalles que no detectas a primera vista. Si consideramos el lugar y sus dimensiones, casi parecidas a una catedral, queríamos crear un ambiente algo fuera del tiempo”… Por Anna León