
La obra de Mateo Cabo Iglesias nos es familiar ya en esta revista y ha sido revisada en varias publicaciones anteriores, de modo que su retorno en las páginas de este nuevo número supone motivo de satisfacción al saber de la continua actividad artística de este pintor. Sus obras, caracterizadas por la aplicación de capas planas de tonos intensos y delimitadas por gruesas líneas negras nos retrotrae a las etapas más coloridas del trabajo de retrato de Picasso, pero otorgándoles una identidad propia que las separa del trabajo del malagueño. La creación de este estilo personal le ha merecido reconocimientos a modo de diplomas durante sus varias participaciones en el Luxembourg Art Prize, certamen en el que repite su convocatoria este año – S.P.
Mateo Cabo Iglesias
@juzgarte