Por Bea Maeztu
Una fina y bellamente corrosiva lluvia de abstracción recorre la pintura de Marta Carceller, empapando tras ella la figuración cotidiana en una elegante simbiosis pictórica. La artista, barcelonesa de nacimiento y residencia, ha encontrado en la disciplina artística un nicho de crecimiento personal y creatividad innegables. De alguna manera, las vicisitudes de su vida se pueden ver reflejadas en su obra, pero, además, marcan el sello de un estilo distintivo en el que el lenguaje y su conjunción compositiva lo son todo.
Su trayectoria goza de un internacional despegue en los últimos años. No únicamente forma parte de colectivos de arte de diferentes países, sino que ha participado en numerosas exposiciones y certámenes en los que su obra ha podido viajar y darse a conocer. Recientemente ha estado moviendo su arte por toda Italia, Alemania, Francia o Latinoamérica y, por mencionar uno de tantos proyectos, tiene previsto este próximo otoño su participación en la exposición ‘What moves art today’, en PAKS Gallery y the Castle Heidenreichstein, en Austria.
Y es que Carceller ofrece una visión del mundo que la rodea tan única como refrescante, en la que la figuración realista se deconstruye para alcanzar nuevos horizontes matizados por composiciones geometrizantes y apariencias abstractas. La pintora parte de escenarios invadidos por un lenguaje hiperrealista, estilo que le ha marcado desde sus inicios. En esta senda continúan sus pinceles decantándose por electrizar un volumen de trazo marcado y dibujo exquisito, por resaltar el color y la sombra desde la fruición de la planitud bidimensional de la pintura. Cuando todo parece sereno y representativo de una realidad circundante, en la que la infancia y la risa son protagonistas, Carceller inicia un camino más espiritual… Leer + Revistart 217