
Mientras el Espacio Santa Clara homenajea a José Luis Mauri, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) recuerda a otra gran figura de la pintura hispalense, Manuel Salinas Milá, con una muestra antológica comisariada por Pepe Ýñiguez en la que se reúnen ochenta y cinco obras pertenecientes a colecciones privadas y al propio pintor, fallecido hace tres años a consecuencia de la Covid.
Junto a otros paisanos como Miguel Rodríguez-Acosta, Dolores Montijano, Luis Gordillo, Ignacio Tovar, Gerardo Delgado o José Guerrero, Salinas es uno de los máximos exponentes de la abstracción andaluza. Su independencia como creador y su capacidad analítica le permitieron canalizar influencias tan dispares como las de la tradición barroca, el informalismo, las vanguardias o el expresionismo abstracto. Las ocho salas que componen el Claustrón Sur muestran hasta el 22 de septiembre de 2024 la progresión de su obra, incluyendo en el itinerario un par de obras figurativas datadas a principios de los años sesenta, cuando Salinas expone por primera vez de forma individual en el Club La Rábida (1962) y en La Pasarela (1965). Tanto el retrato de su padre como el jardín en sombra manifiestan la importancia que el pintor dará al gesto en su pintura; incluso en sus obras más minimalistas revela una inconfundible y firme pincelada. A continuación, siguen las primeras pinturas abstractas realizadas en la década de los setenta, cuando Salinas entra en contacto con las últimas corrientes artísticas lideradas por el grupo Supports-surfaces, el tachismo o la abstracción lírica gracias a su estancia en París y los veranos en Cadaqués y Barcelona. Es entonces cuando comienza a apreciar la música clásica, lo que influirá en su forma de armonizar y componer a través del color y las formas geométricas… Leer + Revistart 223