Por Anita Brus
Abdelkader Benali, el escritor holandés-marroquí y ahora también administrador de la exposición ‘La otra historia: Arte del Modernismo marroquí’ en el Museo Cobra de Amstelveen (Países Bajos), señala que quedarse en casa no fue una opción para los pioneros del arte marroquí moderno.
Dice que, cuando Marruecos se independizó en 1956, salieron porque -según ellos- sólo los pintores ingenuos y débiles de espíritu se quedaron en casa. Eran los que hacían dibujos tradicionales de ‘kasbahs’ y mujeres en ‘caftanes’, mientras los modernos querían contar ‘la otra historia’, título de la exposición y del ensayo literario de Benali sobre las obras expuestas.
La pintora Chaïba Talal (El Jadida, 1929 – Casablanca, 2004) fue una de esas artistas pioneras. Sus coloridos ‘gemelos’ y ‘escolares’, a quienes Abdelkader Benali describe como ‘paisajes humanos’, cuentan una historia que apenas se distingue de la de Karel Appel y otros pintores del movimiento Cobra (tiempo después daría nombre al Museo Cobra). Incluso la mayoría de los primeros artistas, aunque separados de los clichés marroquíes, se ajustan a los estilos predominantes de aquel entonces como el expresionismo abstracto, el ‘hard edge’ y el ‘popart’, con un “toque de salsa marroquí”. No obstante, Benali ve principalmente las figuras de su propio país en las formas geométricas de Mohammed Melehi (Asilah, 1936 – Boulogne-Billancourt, 2020). Según él, esos primeros pintores utilizaron la libertad que encontraron en el extranjero para revalorizar sus propias tradiciones.
Bajo el reinado dictatorial del rey Hassan II, en los ‘años de plomo’ que siguieron al período pionero, los artistas que no residen en el extranjero parecen aferrarse a viejas historias, como dice el texto de la exposición, retirándose al interior del país para registrar cómo el tiempo parecía detenerse, o creando un mundo de cuento de hadas como lo hace Abbès Saladi (Marrakech, 1950 – 1992) en sus detallados gouaches, que se asemejan un poco a las miniaturas persas y, por lo tanto, de nuevo se parecen a las tradicionales.
El hecho de que después de esos ‘años de plomo’, con la llegada del nuevo rey en 1999, volviera a haber espacio para ideas más libres, se refleja en el trabajo conceptual del artista judío-marroquí André Elbaz (El Jadida, 1934), que rompió sus… Leer + Revistart 211