Revistart 196
La artista norteamericana Judith Unger desde muy joven se ha interesado por las Bellas Artes. Su madre pintaba y ambas iban desde Connecticut a Nueva York, para poder contemplar, memorizar y copiar las obras expuestas en las diversas salas del Metropolitan Museum de Nueva York. En los años 60 del s. XX se halló influida por el mundo del arte y por la situación social del momento. Se licenció en escultura en el RISD (Rhode Island School of Design) a finales de los 60.
La pasada primavera acudió a la 58º edición de la Bienal de Venecia de 2019, y a pesar de no formar parte de los artistas invitados, pudo exhibir su trabajo en uno de los espacios habilitados y se sintió profundamente atraída por el ambiente de la ciudad. Durante un mes se halló en contacto con la cultura italiana y aprovechó su estancia para plasmarla en dibujos y esbozos, algunos de los cuales extrajo de sus visitas al teatro de La Fenice, el Gran Canal, museos y centros como la Fundación Querini Stampalia. Realizó un diario de viaje y presentó el proyecto ‘Leda y el cisne’…