Por Anita Brus
¿Cómo forjamos un futuro en el que los artistas africanos y afrodescendientes también vean su papel? Esa pregunta, que en Estados Unidos los artistas del movimiento del ‘Afrofuturismo’ ya se hacían mucho antes, ahora también se ve traducida al senegalés -‘Ĩ’Ndaffa’, que significa ‘forjar’-. Es el tema central de la 14ª edición de la Bienal de Arte Africano Moderno, que se celebrará en Dakar del 19 de mayo al 21 de junio y en la que participarán 59 artistas y colectivos de artistas.
El director artístico El Hadji Malick Ndiaye dice en la página web de esta Bienal que “crear, imaginar e inventar” debería tener como resultado “forjar un nuevo futuro”. Contemplo las obras de algunos artistas participantes para ver cómo será esa ‘forja’ de Dakar.
El director artístico ve esta forja como una transformación simbólica del material que, al ofrecer resistencia, permite formar lo que antes no tenía forma. África, en un momento en que la gente está invocando identidades específicas y estados que se retiran tras los muros de su nacionalismo, sería el lugar apropiado para nuevos futuros, “porque en África la transformación del hierro ya se dominaba mucho antes de la revolución industrial europea”. No obstante, los artistas seleccionados no sólo provienen de varios países africanos, sino también de la diáspora europea, Cuba y los Estados Unidos.
Aun así, la cubana Susana Pilar Delahante Matienzo (La Habana, 1984) se relaciona en su obra con África e incluso, específicamente, con Senegal. En una de sus performances se colocó como una silueta oscura, a contraluz, en la puerta sin retorno de la isla de Gorée, que está situada frente a la costa senegalesa. Al leer los mensajes de su familia en esta puerta, simbólicamente se puso en contacto con sus antepasados africanos que desde allí fueron… Leer+ Revistart 209