El horizonte, el gesto y la huella
Sin espacio y sin tiempo se desenvuelve un estilo informalista largamente espiritualizado, bellamente surcado de horizontes de placer, ensueño y erosiones íntimas saboreadas desde el arrojo firme de volver a nacer con cada traza creativa.
El artista toledano escenifica su obra y alma para la exposición organizada por el Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena de la localidad de Tomelloso, institución que alberga la colección permanente de la Bodega y Almazara Virgen de las Viñas y que acoge anualmente el Certamen Cultural Virgen de las Viñas. Bajo el título ‘Renacido’ presenta sus cuadros en una tesis experimental que se reinventa, a la vez que fideliza un espíritu hermanado en el seno del pigmento puro y la huella humana.
La predisposición crítica y comprometida de Canogar con el arte de vanguardias se arrulló en las experiencias del informalismo, corriente con la que comenzó a caminar durante la década de los cincuenta del pasado siglo. La sintonía con la fractura plástica de estos años cristaliza en la fundación y membresía del grupo El Paso, un caldo de abstracción de fertilidad incomparable cuyo signo permanece aún hoy en el artista. Posteriormente, recupera la figura y el realismo en una productiva exploración de estilos internacionales que configura una personalidad absorbente. Y sin todo ello no sería posible comprender la exaltación de las texturas y las composiciones abstractas prendidas en sus cuadros, como síntesis de todo lo orgánico. Un diario de investigación y reflexión acerca de la forma y la materia que Canogar asume a través del binomio existencial construcción/destrucción…
Por Daniel Buenaventura