La vida es un papel pintado de mares sagrados y profundos en las pinceladas exultantes de esta artista de mano sensible, enérgica y tenaz. Bajo una mirada palpitante de sueños enmarcados de colores fríos, la calidez sabe esconderse en una ternura apacible metamorfoseada en delicadas formas que comulgan con la esencia de una mujer pintora, apasionada y radiante, de nombre Charo Velasco.
En sus obras resalta la maestría en el uso de la técnica de óleo sobre tela, captando la realidad de su entorno en un estilo figurativo ágil, dinámico y envolvente que viste de pinceladas arriesgadas pero siempre acertadas, tanto en paisajes de ciudades verticales como en bosques manchados en verde. Sin embargo, si de un color entre su paleta tuviese a bien destacarse, sería el azul y sus océanos enturquesados, marinos cielos sumergidos en añiles y aguas de zafiro imperturbables que revuelan en una danza fascinante con esmeraldas, viridianes y veroneses…
– Por Carmela González-Alorda