
Por M. Carmen Riu de Martín
Cada cuatro años aproximadamente tiene lugar en Kassel – Alemania la ‘Documenta’, un evento que intenta aportar una visión nueva del arte, a través de la selección de obras con parámetros distintos a los convencionales.
Este año, ha sido comisariada por el grupo artístico Ruangrupa. Dicho colectivo se formó en Jakarta (Indonesia) en el año 2000 y el citado proyecto se denomina ‘Lumbung’ (término ligado al granero de arroz, a las tareas agrarias que se desarrollan de un modo grupal y a una cuenta común para la financiación colectiva). Además, desde 2013, el grupo ha construido ecosistemas, en los cuales cada participante realiza una tarea específica.
En principio, Ruangrupa y los numerosos participantes elegidos por sus miembros incluyeron propuestas colectivas, en las cuales se mezclaba la problemática social, política y artística. La muestra permitía que estos proyectos locales tuvieran visibilidad, una proyección y un reconocimiento a nivel internacional. Los temas que sugerían servían para poner en entredicho y/o sacar a la luz aspectos importantes para una sociedad o grupo. Su título ‘Universes in Universe’ (Universos en el Universo) permitía al colectivo, o al individuo que formaba parte de él, llamar la atención sobre algún aspecto o problema. En primer lugar, se cuestionaba la autoría y la propiedad, con el fin de favorecer la cohesión y la importancia del grupo para desarrollar actividades, aunque en algunos casos éste se hallara gestionado por algunos miembros destacados. Se replanteaban aspectos de su entorno ligados a la economía, los créditos y la esteticidad desde diversos parámetros. Buscaban obras que funcionaran en la vida real y que no fueran expuestas o vendidas por coleccionistas, ni se hallaran en museos, con el fin de observar otras perspectivas posibles para el arte. Aunque algunos emplearon la exposición como un medio a través del cual poder financiar su proyecto o bien su estancia en Kassel.
Se basaban en la solidaridad y buscaban el modo de replantearse las prácticas artísticas en relación con las problemáticas socio-políticas vívidas por los miembros del colectivo. El arte era un medio de expresión, un activismo. Cada colectivo recibió 20.000 euros para realizar su proyecto y cabe recordar que la mayoría de grupos procedían de zonas en las cuales el estado no apoyaba la cultura ni el arte. En muchos casos, se observaban los proyectos desde la perspectiva artística y cultural, pero éstos tenían una finalidad económica y la resolución de conflictos. Se combinaba la experimentación en agricultura, la biodiversidad, el cambio de moneda, las organizaciones autónomas, con la ideología y la espiritualidad. Se pretendía que los galeristas apoyaran las propuestas allí expuestas para venderlas. Por consiguiente, se combinaban los aspectos materiales e inmateriales, se buscaba conocer cómo trabajaban los artistas en sus zonas y los valores que practicaban; pero no se separaba el arte de la vida.
De los numerosos proyectos expuestos, he seleccionado el del colectivo ‘Brito Arts Trust’, porque incorporaba la cerámica. Se trata de un grupo de Bangladesh que había realizado una acción creativa y un proyecto vinculado a la agricultura, la comida y su almacenamiento, una parte del cual se denominaba ‘Bazar y supertienda’. La filosofía que se hallaba tras el mismo consistía en la ignorancia que tenemos de los recursos naturales y del modo de vida orgánico, debido a que pertenecemos a un mercado global y competitivo, en el cual el objetivo consiste en atraer la atención del cliente… Leer + Revistart 212