REVISTART 216
Por Jesús Zatón
El arte está cambiando a pasos de gigante. Rectifico: ha cambiado ya a pasos agigantados. Uno de los ejemplos paradigmáticos es el llamado ‘Arte generativo’, término acuñado por Margaret Boden y Ernest Edmonds, cuando en la década de los 60 del siglo XX, algunos artistas comenzaron a experimentar con las matemáticas, la geometría y la cibernética para crear obras abstractas y complejas.
Pero, ¿qué se entiende por este tipo de arte? Con esta denominación se alude a las formas de expresión artística que utilizan algoritmos, reglas o procesos matemáticos para crear obras visuales, sonoras o interactivas.
Si en el arte tradicional el artista tiene un control directo y explícito sobre la creación de la obra, en el arte generativo cede parte del control al sistema que lo genera. Esto significa que el espectador puede tener cierta influencia en la obra o que la obra misma puede cambiar a lo largo del tiempo en respuesta a ciertos estímulos. Por lo tanto, el arte generativo no es simplemente una imagen estática, sino que puede ser una experiencia interactiva y participativa.
El resultado final no está completamente determinado por el artista, sino que se produce a través de una combinación de decisiones tomadas por el sistema y las reglas predefinidas. Así, el arte generativo no depende solo de la habilidad o la intención del artista, sino también de la interacción entre el código y el medio, el azar y la emergencia, el orden y el caos… Leer + Revistart 216