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Gente atónita (La Carbonería)
Obras en la librería Anónima y en La Carbonería
La trayectoria de Antonio Santos Lloro (Lupiñén, Huesca, 1955) me parece especialmente significativa dentro de una saga familiar que incluye nombres tan solemnes como Emilio Grau Sala. Antonio fue uno de los jóvenes que, de la mano de Rafael Santos Torroella, visitaron Huesca en la segunda mitad de los años setenta del pasado siglo, pensionados de quincena por la Galería S’Art; lo hizo junto a Maloles Rubió, Manel Marqués, Luis Toro y otros para componer la primera exposición que produje como director de la sala de arte decana de la ciudad que se apagó hace unos pocos años a la par que su propietario, Ángel Sanagustín…. Por Fernando Alvira