Nuevo hijo predilecto y medalla de oro de Alcoy
El ayuntamiento alcoyano otorga su mayor distinción al pintor y escultor, reconociendo su talento e implicación con la ciudad. Miró engrosa la lista de personalidades que han recibido este reconocimiento, como los desaparecidos Isabel-Clara Simó y Ovidi Montllor, amigos del artista.
“El pintor mira la realidad y la transforma. El caso de Antoni Miró es, en este sentido, transformador y transgresor y, por este mismo motivo, impresiona de manera especial. Su ojo, el ojo del artista, penetra en la piel de la ciudad y mira, a veces, la cara obscena de la miseria, a veces la cara domesticada de los transeúntes, a veces la cara severa de los edificios oficiales o de los solemnes tributos al prestigio ciudadano. Miró señala con el dedo una fachada, o unas chicas que sonríen, o la mano extendida de un mendigo y nos los revela, los extrae del telón de fondo y los sitúa en primer plano. Y lo que vemos no nos gusta”. Nada mejor que este fragmento de la fallecida escritora Isabel-Clara Simó para entender y resumir, en unas líneas, la prolífica obra de Antoni Miró (Alcoy, 1944). Especialmente ahora que el artista acaba de recibir la máxima distinción de manos del ayuntamiento de su tierra natal.
Un reconocimiento más que merecido. El pasado 17 de septiembre, el ayuntamiento de Alcoy nombraba hijo predilecto y entregaba la medalla de oro a Antoni Miró. El acto tuvo lugar en un edificio histórico, donde se halla el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). Este reconocimiento, abierto a los vecinos de Alcoy, contó con la presencia de autoridades como Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana, Toni Francés, alcalde de Alcoy y Enric Morera, presidente de Les Corts Valencianes… Por Anna León
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