Por Julia Gomar
La personalidad de Andreu Vilasís engalana las salas del edificio histórico de la Torre Vella de Salou, que él mismo convertiría, en 1991, en sede del actual Museu de l’Esmalt Contemporani (MECS).
En este espacio se alberga la anteriormente planificada exposición en homenaje a su trayectoria y que, tras su reciente fallecimiento, se convierte en una ocasión única para rendir respeto a su figura. 175 piezas creadas a lo largo de su evolución estilística se han reunido para celebrar el genio que impulsó la disciplina del esmalte, entre las que también figuran pinturas, dibujos, cincelados y pequeñas esculturas de madera y esmalte.
Esta exposición es un recorrido artístico, pero también vital. Una aventura que se adentra en lo más profundo de su conexión creativa con las artes aplicadas, pero también con la realidad circundante y una imaginación inagotable que acompaña un temperamento inimitable. En el prólogo del catálogo de la muestra, Núria López Ribalta, discípula y comisaria, afirma que el proyecto supone “una pincelada amplia de todos los aspectos artísticos que tocó y en los que despuntó. Desde los inicios en el año 1947, fecha de su primera obra pictórica, pasando por los ejercicios de formación en las escuelas Llotja, del Treball y Massana, hasta el desarrollo de la obra personal y hasta la actualidad”.
La calidad de su trabajo ha sido innumerables veces reconocida a nivel nacional e internacional, pero sus andanzas creativas no únicamente se han limitado a generar obra, sino a contribuir en la enseñanza para las generaciones contemporáneas y venideras: “Artista del esmalte reconocido internacionalmente, no se conformó, en cambio, con la investigación y la experimentación, sino que desde la docencia ejerció una gran labor… Leer + Revistart 210